lunes, 20 de abril de 2009

Magia

Tenía una característica brillante, una peculiaridad que lo hacía más inimitable de lo que ya era para mí. Sonreía. Siempre. Daba igual si el día tenía el sol que todos añoramos en meses de invierno o si en cualquier caso, la lluvia resonaba al otro lado de la ventana mientras intentabas concentrarte en un tema de química en la aula más fría y apática de la última planta. Él sonreía, y lo hacía con la misma intensidad un lunes y un viernes . Era de esas personas que no se cansan nunca de hacer lo mismo por él y por los demás. Varias veces me pregunté de donde sacaba las fuerzas, pero comprendí que hay personas que guardan pequeños secretos bajo llave para no dejar que el agua apague sus llamas. Esa llama era el sustento al que denominé magia y esa magia, fue la que día a día, mano con mano, me hizo conocer a una de las personas más maravillosas que ha pisado la tierra.

Ha reído conmigo, me ha visto llorar, me ha dado los abrazos que, necesitando o no, han llegado a fortalecerme, y a lograr hacerme sentir estable y segura mientras me apretaba y me crujía los huesos. Ha soñado conmigo, hemos hecho viajes a la Luna en cambios de clase y horas libres. Me ha leído los ojos todos los días y ha sabido que decirme cuando sobraban incluso las palabras. Me ha dejado boquiabierta en varias ocasiones y ha sabido guardar también mis pequeños secretos bajo llave. He descubierto un foco de bienestar si él pasa y me da un tirón conforme yo, con prisa, paso por el pasillo para conseguir llegar a tiempo. Pequeñas cosas. Se acuerda de mí. Yo también lo leo en sus ojos.
Y ahora... ¿sabrías leerme? sin escribir nada más... ¿sabrías que quiero decir ahora?

sábado, 18 de abril de 2009

Adiós infancia, adiós...

Pude verla partir en ese tren. Por ese entonces yo creía que las cosas bonitas, si las coges con fuerza y las quieres sin medida, se aferran a ti como átomos que se atraen en todas las direcciones del espacio y juran no volver a separarse.Lo desconocía todo. Desconocía las reacciones químicas, el papel del CO2 en una combustión y lo débiles que se vuelven los enlaces con el paso del tiempo.


Pensaba lo grande que me había hecho, sin llegar a poder abrir los estantes sin ponerme de puntillas. Comparaba la sustitución del escondite por un callejón sin salida donde siempre se perdía la noción del tiempo sujetándose los labios. Aún llegaba a percibir el olor de las sábanas de los domingos absurdos en los que solo yo madrugaba. Megatrix, la banda del patio, los pies fríos sin calcetines, y los cuadernos de caligrafía. Cada vez el tren se alejaba, más y más y más...
Y comencé a soñar distinto, sin querer.
Ella se fue y dijo adiós, porque sabía que nunca más volvería conmigo.

jueves, 16 de abril de 2009

Suspensa

He tardado 22 horas en volver a llorar. Es la primera vez que el tramo es tan largo y me resulta tan triste pensar que incluso lo cotidiano se vuelve distinto sin ti, que ya he encontrado respuesta a porqué he tardado tanto en volver a derramar una lágrima.

No son los sueños los que nos abandonan, somos nosotros quienes deciden partir sin ellos. Bien porque ya no forman parte de nuestros deseos más fuertes o bien porque los creemos imposibles. Yo siempre me repito que no hay un sueño imposible si lo creo posible, y que no hay nada más duro que hacer de un sueño posible, un sueño mendigo y huérfano. Tú me lo enseñaste. Tú me has enseñado lo más bonito de esta vida que es conocerme sin darme cuenta. Y ahora he respasado mis apuntes sola y si no vuelves hoy, estoy segura que suspenderé mañana, pasado y el otro, los exámenes de todos los días. He profundizado todo eso que te decía de carrerilla quedándome sin aliento por creer que el tiempo puede escaparse en dos segundos, y me he dado cuenta que cuando no estás, todo lo hago más lento: como más lento, hablo más lento, pienso más lento, ando más lento, cierro los ojos más lento, abro la puerta de casa más lento, canto más lento, estudio más lento, duermo más lento y en definitiva, vivo más lento.

También he estudiado las partes del corazón que tú movías facilmente y que yo, con cara de tonta, me dejaba mover ¿Y sabes el problema? que sé porque mañana, pasado y el otro suspenderé el examen de todos los días. Porque el corazón es la base de esta ciencia que yo manejo torpe y que solo apruebo si tú escribes por mí.