lunes, 25 de mayo de 2009

Gracias, a todos y cada uno de vosotros.



Recuerdo la sensación. El acelerón que sintió mi corazón al verlos a todos vestidos de blanco, como yo siempre había querido y sin esperarlo. Escuchar tararear la canción de cumpleaños feliz mientras terminaba de saludarlos a todos. Mi voz nerviosa, mi brillo en los ojos y mi sonrisa repleta y llena de motivos.


Puede que sea cierto que las vivencias más reales sean las más complicadas de describir. La teoría se confirma, sentir es indescriptible. Indefinible. Sentir es verlos a todos reunidos por mí. Sentir es notar que los abrazos que estás dando o que te dan, poseen una fuerza interior infinita que da vida a las partes más muertas de tu cuerpo. Sentir es llorar con unas palabras escritas a mano. Sentir es soplar las velas de tu 17º cumpleaños al lado de las personas que más quieres, sin importar nada más. Sentir es darte cuenta de que lo hecho hasta ahora, ha servido para algo. Ha servido para ser feliz. Sentir es no llegar a olvidar nunca este día. Sentir es sentir. Sentir el agradecimiento que siento por todos vosotros.
Sentir es quereros, es quereros mucho...